No más mártires

El trágico asesinato de Álex Quiñónez pone sobre la mesa una discusión urgente: ¿qué formación da y qué futuro ofrece el Estado ecuatoriano a los deportistas de alto rendimiento?

Más que un hecho fortuito, la muerte del hombre más rápido de la historia del Ecuador fue producto de una larga secuencia de malas decisiones de consecuencias anunciadas. Una gloria deportiva nacional de ese calibre jamás debió haber llegado a estar en ese lugar, en ese momento y con esa compañía. Sin embargo, mientras el país insista en fingir que no pasa nada con los deportistas, poco o nada se podrá hacer para evitar que muchos de ellos sigan siendo devorados por un sistema sobre el que nadie les advierte.

Para llegar a serlo, los deportistas de alto rendimiento del país atraviesan un rigurosísimo proceso de selección. Son elegidos gracias a sus condiciones únicas y a su inigualable disposición a sacrificar todas las otras esferas de su vida. La inmensa mayoría de ellos proviene de clases menos favorecidas y de minorías étnicas, y su nivel de escolaridad es bajo. El Estado los financia y entrena con el objetivo de conquisten medallas para engrandecer la gloria del país y del régimen. Mientras cumplen su cometido, gozan de apoyo y protección; pero, ¿y después?

No por ser atletas de elite dejan de ser vulnerables. No está bien que el Estado se sirva de su juventud y les dé apenas dinero, sin preocuparse con el máximo rigor por su educación y salud mental. Ecuador necesita deportistas realizados, que salgan de la pobreza e inspiren a sus semejantes. Mártires ya tenemos suficientes.

FRASES DEL DIA

«La verdad es que mientras más enojado estoy con este país y más lejos viajo, más parte de él me siento.”

Jorge Ibargüengoitia (1928-1983), escritor mexicano

«Una persona sin memoria solo es capaz de hacer el mal, nada más que el mal.”

Svetlana Aleksiévich (1948), escritora bielorrusa