Ensayo y error

Mal harían el presidente Guillermo Lasso y su Gobierno en reaccionar ahora de forma drástica. El catastrofismo y la intransigencia, en este momento, solo favorecen a los interesados en propiciar un caos que desprestigie definitivamente al actual régimen y, de paso, al sistema democrático. Al contrario, la contundente derrota que acaba de sufrir en la Asamblea Nacional —tras el rechazo de la Ley de Atracción de Inversiones— es una oportunidad para poner los hechos en perspectiva y hacer ajustes oportunos.

Aunque cueste aceptarlo, la votación de ayer refleja fielmente —más que cualquier otra hasta el momento— el torpe cortoplacismo de los legisladores y el estado de las relaciones entre los bloques. De las cuatro principales fuerzas políticas, tres dicen ser de izquierda y una exhibe una conocida antipatía hacia el régimen. Es evidente que el Legislativo opera para echar abajo todo esfuerzo del Ejecutivo, y el costo de seguir intentando cruzar este abismo es demasiado alto.

Lo sucedido es un oportuno recordatorio para el mandatario de la verdadera medida —y de las limitaciones— de su decreciente popularidad y poder. Con varios frentes abiertos y sin un solo operador político eficiente, es hora de tender puentes con grupos afines, ceder espacios como la política exige y, sobre todo, pensar seriamente en medidas efectivas para recuperar su popularidad entre la gente.

El momento que vive el régimen no es inusual en la historia política del país; reaccionar ante ello  de forma desproporcionada -al estilo kamikaze-, solo denotaría pequeñez; y eso, ya lo vivimos durante 14 años.

FRASES DEL DÍA

«Vivo en un país tan grande que todo queda lejos: la educación, la comida, la vivienda.

Lina Zerón (1959), poeta mexicana

«La libertad no hace felices a las personas. Las hace, simplemente, personas.

Max Aub (1903-1972), filósofo francés