Está semana el gobierno del presidente Lasso, cumple 100 días al frente del ejecutivo y lo hace honrando exitosamente su promesa de campaña de los 9 millones de vacunados, no solo reconocido en el Ecuador, sino en índices mundiales y, aunque es cierto que, la pandemia no ha terminado y el covid sigue cambiando y por tanto las estrategias en torno al mismo también, sí que es ya momento de preguntarnos ¿y ahora qué?
Los problemas del país no son pocos, pero, los más urgentes giran en torno a la reactivación económica poscovid, la reforma educativa, la crisis carcelaria y la desnutrición crónica infantil, solo por mencionar unos cuantos que han sido tomados en cuenta esta semana.
La llave que inaugurará el debate alrededor de esos problemas sigue llamándose gobernabilidad y, la reciente victoria de la Presidencia de la Asociación de Municipalidades del Ecuador para un Alcalde de CREO, da cuenta de los movimientos que se están dando en la correlación de fuerzas del sistema político.
La reforma económica y fiscal será el talón de Aquiles del gobierno, sino sabe sortear los cuestionamientos que vendrán frente a sus planes para la reactivación económica, sus grandes aliados son los medios de comunicación y los líderes de opinión, siempre que sea capaz de presentar un plan económico alejado de los dogmas y en el que se puedan presentar soluciones reales y viables a la pobreza extrema, el desempleo y el hambre acuciante que vive el país.
Habrá en redes sociales, mucha aceptación fingida, de gente que relatará sus apuestas por invertir o de generar plazas de trabajo, pero, esto solo ocultará el descontento subyacente que nazca en las clases populares frente a la fuerte crisis y el aumento de la desigualdad. Dejarse llevar por la ilusión de éxito de la clase media aspiracional y alienada, puede terminar provocando que no reconozcan el descontento social que se viene caldeando.
Un Estado que pueda cumplir con su rol de bienestar, red de contención social para eliminación de las desigualdades y generador de condiciones para el empleo pleno y la reactivación económica, a la vez que combate el déficit fiscal, es el gran reto de Lasso a partir de hoy.