“Qué el precio de los huevos subió”, es uno de los malestares reinantes en los últimos días; la razón está en la escasez, producida por el avance de la gripe aviar, que ha provocado el sacrificio de miles de aves ponedoras en los galpones de la zona central. Este problema entra en el aspecto que afecta al acceso a los alimentos de consumo interno; y, a las políticas injustas de producción y comercialización, que colocan al productor en total indefensión ante la competencia desleal con el precio ofrecido por el contrabando.
En todo esto, hay otro algo urgente que componer en esas políticas injustas y es que el cambio en el uso del suelo, desde territorios dedicados a la producción de alimentos para el consumo local y nacional, a territorios monopolizados por el agronegocio, donde se produce para la agroexportación o la agroindustria. En el Ecuador, muchas haciendas lecheras se han transformado en plantaciones florícolas o brocoleras para la exportación. Pero estos cultivos, también ocupan los territorios de comunidades campesinas, donde antes se producía alimentos; un ejemplo muy lamentable está en las haciendas hortícolas, cerealeras, avícolas, lecheras de Ibarra que fueron expropiadas, para desde el desvarío correísta, la Ciudad del Conocimiento ‘Yachay’, como monumento imperecedero de la Revolución Ciudadana y hoy sólo presenta paisajes agrestes con uno que otro mamotreto de cemento.
Los poderes y anti-poderes, no hablan de autosuficiencia alimentaria, aunque la misma está en el corazón del concepto de soberanía alimentaria, pero no se limita a la autosuficiencia productiva, sino que se abre a una autosuficiencia en sentido amplio, pues, reconoce las condiciones de producción, distribución y comercialización, que resguardan las esferas de la producción social, cultural y económica, constituidas por sujetos y entornos. Los alimentos no son simple mercancía, el comercio internacional de alimentos compite de manera desleal con la producción local, desafía el concepto de que la producción campesina, indígena y de la pesca artesanal; porque es muy sabido ¿y de lo qué es para nosotros?… ¡ ¡lo que sobre!!