La Asamblea Nacional está liderada por una bancada contraria al programa de gobierno del presidente Guillermo Lasso y esta, sin dudarlo, es la mayor de las adversidades a la que se enfrenta el -aún popular- mandatario.
Sin desconocer la destacada trayectoria política de César Monge ni el aprecio que sintió y expresó el presidente por él, su designación como Primer Ministro de Gobierno constituyó el primer desacierto de Lasso. Esto le impidió articular oportunamente un frente político sólido que le permita alcanzar con todas las bancadas acuerdos mínimos a favor de la gobernabilidad y estabilidad política que le urge al país.
La falta de acuerdos con el legislativo ha imposibilitado al Primer Mandatario presentar al menos un proyecto de ley en temas trascendentales y urgentes como lo económico y laboral. Sin un programa económico expresado en leyes, es difícil entender cómo el Gobierno generará empleo, promoverá la inversión extranjera, fortalecerá la dolarización, incrementará la recaudación de impuestos y reducirá el exorbitante déficit fiscal.
A pesar de que los mercados internacionales ven con agrado las intenciones del gobierno, Guillermo Lasso no debería abusar de los largos discursos porque de buenas intenciones y de palabrería no vive el país. Mientras el Gobierno no articule acciones concretas encaminadas en afianzar la confianza, especialmente de la comunidad internacional, el riesgo país no descenderá a los niveles deseados y la inseguridad jurídica continuará sucumbiendo a los pocos inversionistas que traen sus capitales al país.
Con estos antecedentes y con la premura de buscar acuerdos ¿es posible legislar con Fuerza Compromiso Social, la principal organización política nacional cuyos integrantes posicionan a sus líderes, Rafael Correa y Jorge Glas, como perseguidos políticos? ¡Qué contradictorio y complejo es legislar y buscar soluciones con los artífices de la crisis económica de los últimos años!
Sin embargo, es imposible desmerecer la importancia de esa bancada en la aprobación de leyes, por tanto, la tarea de la actual ministra de Gobierno, Alexandra Vela, será vislumbrar distintos caminos que permitan alcanzar los acuerdos que requiere el país.