Responsabilidad compartida

Emily Torres Larriva

A pocos días del fin de un gobierno que dejó hambre, miseria y más pobreza, vacíos en varias áreas, fundamentalmente en la salud, escándalos de corrupción cayeron a semana corrida, ministros que entraban y salían, recursos que no llegaban y vacunas que se gestionaban solamente para amigos y familiares de pocos.

Cifras de violencia que no paran de crecer, desde centros de rehabilitación hasta hogares de clase media, donde el femicidio, el machismo, el asesinato, la violación y el abuso sexual a menores de edad repuntaron en los últimos meses.

Acciones nulas y casi inexistentes, que dejan claramente en evidencia resultados temibles, donde ciudadanos y actores públicos jugamos un papel trascendental para cambiar realidades que no podemos aceptar, y me pregunto ¿el estado es el único responsable? indudablemente no. El papel que cada persona, cada familia, cada empresa, cada barrio desempeña incide en las estadísticas, en la cultura, en lo que sucede a nuestro alrededor.

Somos quienes elegimos a quienes nos gobiernan, somos el reflejo de nuestros representantes, y nos equivocamos mucho, aún nos cuesta entender que la responsabilidad del voto es gigante, años de corrupción, de robo, de ausencia de valores son el reflejo de los delincuentes que llegan a gobernar, que después tienen que esconderse o huir para evadir la responsabilidad.

Hemos perdido mucho, sin embargo, aún podemos ganar, las herramientas están muy cerca, un libro, el internet, textos, noticias, cursos online, están disponibles a toda hora, debemos darles el uso adecuado, informarnos y auto educarnos, empecemos cambiando nuestro metro cuadrado.

Recuperar valores esenciales, el respeto, la honestidad, el trabajo y el amor permitirán construir un mejor futuro, no seamos los ciudadanos pasivos que solamente esperamos un salvador, seamos aquellos críticos que estaremos vigilante de las acciones, y que también estaremos generando el cambio en nuestros hijos, vecinos y amigos.

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