Radiografía del sector público

Álvaro Peña
Álvaro Peña

Álvaro Peña Flores
En las últimas horas se han difundido a través de los medios de comunicación digitales, un supuesto correo electrónico enviado por el Viceministro de Trabajo al ministro de la misma cartera de Estado, en el que, entre otras cosas, con un estilo lírico bastante prolijo, digno de un poeta, reitera su compromiso y lealtad para con su persona, aceptando su relación amorosa con una compañera de trabajo, “un amor de oficina” como él mismo lo llama; pidiendo además, magnanimidad para con su compañera, de tal forma que no se vean perjudicados laboralmente, pese a que, son “sueldos miserables” los que ganan, les hará muchas falta en caso de despido.
Aunque el ministro ya se ha pronunciado al respecto, aduciendo que es información falsa, lo que nos deja este tipo de hechos es que, una vez más, se corrobora que el servicio público está podrido. Está tan enmarañada la corrupción, la inmoralidad y el descaro que ya se habla de estos temas con tanta liberalidad que no es de extrañarse que fuese verdad. Ahora está de moda hacer pública información confidencial, que sin reparos se suben videos pornográficos para deleite del pueblo. Pan y circo para paliar la situación.
No se descarta que sea información falsa por querer perjudicar a los implicados, pero, ¿no será que hay algún precedente en dicha institución que se la quiere desprestigiar? A esta o muchas otras. Es lamentable pensar que este tipo de “servidores” sean mantenidos con nuestros recursos. No es condenable tanto “el amor de oficina”, lo que se condena es que se permita su consumación dentro de las instalaciones del sector público.
Desgraciadamente problemas como este, no lo cambiará ningún presidente, si las bases siguen podridas. Gente inepta que ayuda a mantener el sistema igual de putrefacto. Funcionarios a los que no les alcanza el sueldo.
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