Personajes crueles

Rogelio Morales Cattani

Suele ocurrir que una persona con mucho poder, no busca el bien común y más bien alimenta su ego que con la alcahuetería de pocos privilegiados embisten contra la mayoría de la gente. Cuando son descubiertos en sus fechorías, suelen decir “cumplía órdenes superiores”, como que fuese normal delinquir, planificar secuestros o asesinatos, o vivir del dinero de sobreprecios que perjudican a la gente. Hay otros que lo “niegan todo”, no saben ni conocen a nadie, son los que venden su silencio y pertenecen a la misma jauría.

El equilibrio emocional resulta del autocontrol. Suena sarcástico decir “si me demuestran que he robado veinte y cinco centavos, me pego un tiro”, y cada vez hay más evidencias de sobreprecios, acuerdos entre privados, pago de coimas, sobornos y más delitos, que son otra forma de robarle al pueblo al que juraron servirle, no, servirse de él y lo hicieron.

Las mentes de comportamiento esquizofrénico y bipolares, suelen danzar junto a sus adulones y burro pies, con músicas macabras, estrepitosas, peores que el reguetón, o melodías cursis como aquella del “amante bandido”.

Hitler, era vegetariano y en su demencia, aspiraba eliminar los rastros de Alemania, que, por cierto, fue el primer país que ilegalizó la vivisección y promulgó leyes de protección animal, prohibiendo los laboratorios de experimentación animal, castigando con la pena de muerte o confinamiento en campos de concentración, a quienes maltrataban o cazaban animales. Al mismo tiempo, el asesino Josef Mengele “el ángel de la muerte”, decidía sin inmutarse, sobre la vida de seres humanos y ordenaba martirizarlos y sacrificarlos peor que a los animales. Otro personaje cruel, Víctor Ernst Capesius, un rumano de origen alemán, que, por coincidencia, era de una aldea cercana a donde nació Vlad Drácula, convertido en el “farmacéutico de Auschwitz”, sin el menor pudor, experimentaba y ejecutaba hombres, mujeres embarazadas y niños.

Esta gente asoma generalmente cuando gobiernan en forma autoritaria, psicópatas, “que todo lo niegan” junto a otros que “cumplían órdenes superiores”. Miserables.

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