Nuestro Ambato querido

Iván Paredes

Que orgullo y alegría es ser parte de un territorio bondadoso y generoso, donde la tierra que nos dio la vida, ha querido que hasta el día de hoy podamos ser parte de su encanto y algarabía; y así, conmemorar su Septuagésima Primera Fiesta de la Fruta y de las Flores, pero dicho en palabras del ciudadano facundo y común, su cumpleaños número 71. Por ello,  vamos hacer un recorrido por todo el espacio en que se ha formado la bella ciudad de Ambato.

Nacida en la mejor zona de la Región Interandina, donde las flores no podían haber escogido un mejor lugar para exteriorizar sus mejores colores y galas que han inspirado al más sereno y dócil poeta que, con sus cuitas han hecho que el amor emerja efusivamente; y, no se diga de los pintores que han plasmado en sus lienzos las más bellas curvas y matices de aquellas flores que denotan jolgorio al mirarlas en los jardines de este hermoso pedazo de tierra. El descanso de los guerreros Inkas y los chasquis que transitaban por este lugar, hicieron del Socavón su estancia, donde aprovecharon de su clima para fortalecerse y continuar con su misión. La estación del tren, sus cuatro barrios, las plazas y plazoletas, fueron el centro de concentración social para la comercialización y desarrollo económico; los Huachis, que protegen y alimentan desde las alturas a sus habitantes; Pinllo donde se produce el mejor pan del Ecuador; en fin, por todo lado que se observe descubrimos una singular virtud que hacen de la Bella Ciudad de Ambato, un encanto, donde el turista disfruta y se maravilla de su preciosidad. Loor en su conmemoración a nuestra ciudad, pidiendo que se la respete y demuestren que habitar en ella debe ser con la altura en que se les ha acogido.