Mientras tanto

Rocío Silva

Es sábado en la comarca de las flores, hay que resolver temas domésticos que en el resto de la semana es imposible, al menos para quienes cumplen horarios de trabajo. Entonces es cuando empieza el suplicio, debido a qué si vamos a pie nos asaltan tanto maleante y vendedor ambulante; cómo que tampoco estamos muy protegidos si vamos en auto propio, porque de igual forma nos atacan mendigos y limpiaparabrisas amenazantes con aditamentos con clavos, u hordas de abusivos autodenominados “cuidadores”; y, es misión imposible tomar un taxi o bus, y si se logra hacerlo estamos expuestos a cobros excesivos, unidades en pésimas condiciones con higiene precaria, maltrato, amenazas.

Bueno, digamos que se opta por desplazarnos a pie, y es cuando nos encontramos con una ciudad en extremo sucia, con un centro histórico como los parques Cevallos, Montalvo, 12 de Noviembre, La Merced, llenos de borrachos, con monumentos grafiteados,  pisos percudidos con chicles y manchas mugrientas, que decir, de los ecotachos desvencijados que expelen olores nauseabundos, y están en medio de ríos de basura como resultado de la presencia sin dios ni ley de los minadores.

Parecería que la actual administración municipal, se ha empecinado en borrar los avances de administraciones anteriores, de ahí que el sector cívico de alrededor del parque Montalvo, que fuere regenerado con ornamentación vegetal, con la ampliación arquitectónica del portal, diseño lumínico; hoy se presente como ícono de descuido con árboles sin mantenimiento, un adoquinado estropeado, luminarias rotas y quemadas, es tanta la desidia que hasta el mismo marco vegetal que hicieron para el monumento alegórico de Carlos Rubira Infante, esté muerto; mientras tanto, no faltó el mal gusto de colocar sobre toda esa suciedad, alegorías de luces festivas.

Los parterres ahora son una mezcla de desperdicio, maleza y basura; desde la monserga comunicacional municipal, se esgrimen argumentos tan baladís, cómo que hay que dejar en libertad el crecimiento del follaje, que las cajas de cemento se correspondían a un contrato fallido de la administración anterior; y a los tres años, se vienen a dar cuenta que deben ser retiradas, así de simple no hay quien se conduela.