Metástasis: un sistema enfermo, pero lejos de morir

Giuseppe Cabrera V.

No creo en héroes y villanos, sino en buenos y malos funcionarios, la Fiscal general, sobre quien mantengo reservas por su especial olfato para medir la temperatura política antes de iniciar investigaciones previas ha demostrado esta semana que es una buena funcionaria, más allá de los múltiples reparos que se le pueda, por el momento, junto con la Corte Constitucional a la cual también mantengo críticas, son los últimos recovecos de institucionalidad que le quedan al país.

La Fiscal, en un operativo gigante ha puesto en evidencia lo corroído que está nuestro sistema político y, no creo que sea coincidencia que se dé una semana después de las declaraciones del embajador de los Estados Unidos en la misma línea. Policía Nacional, Cortes provinciales, Consejo de la Judicatura han sido las instituciones más golpeadas con sus allanamientos y detenciones para investigaciones pero, durante la audiencia de formulación de cargos también han surgido una serie de graves acusaciones, como el caso de conversaciones del occiso narcotraficante Norero, en las que se mencionan al medio La Posta o incluso supuestas extorsiones a favor de Fernando Villavicencio y, vínculos con el exalcalde de Manta, Agustín Intriago, ambos asesinados en circunstancias aún no develadas.

Lo más seguro es que estamos viendo apenas la punta del iceberg, en un sistema político que se encuentra completamente cooptado por las largas garras del crimen organizado y el narcotráfico, tanto así, que, por ejemplo, el exdirector del SNAI procesado, también fue jefe de narcóticos en la Policía, es decir, el encargado de vigilar la seguridad en torno al tráfico de drogas presuntamente habría colaborado a favor del narcotráfico en el país.

Me preocupa que, como en ocasiones pasadas, la Fiscal vaya tras quienes ya no tienen el poder político de su lado y, deje para después a quienes aún se ocultan detrás de la cortina de hierro del poder económico y político, porque es seguro que en las escalas más altas de la influencia actual aún se esconden quienes usando su cargo o recursos han beneficiado y salido beneficiados del negocio de la muerte.