Eddy Arrobo Rodríguez
Lejos de llegar a acuerdos nacionales como resultado de un diálogo abierto, franco y permanente sobre la problemática y compleja realidad entre los diversos sectores políticos, sociales y económicos de nuestro fragmentado país, se viene desarrollando el paro nacional orquestado por quienes quieren sembrar caos y desestabilización, utilizando como “caballo de Troya” a famélicos dirigentes que se aprovechan de las organizaciones para dar cumplimiento a agendas de grupos mafiosos con poder que tratan de conspirar contra un gobierno legítimo intentando un golpe de Estado.
Dentro de esta atmósfera de convulsión social donde se aprovechan los vándalos para destruir los bienes públicos y privados, para la CONAIE los principales reclamos son: la reducción y congelamiento del precio del combustible; el refinanciamiento de deudas para el sector agrícola; el control en los precios de los productos para el campo; la no precarización de la jornada laboral; la revisión de los proyectos extractivistas; el respeto de los derechos colectivos, como la educación bilingüe y la justicia indígena; la no privatización de los sectores estratégicos; un presupuesto digno para la salud y educación. A la fecha apoyando este reclamo se han sumado el Frente Popular, la UNE, la FEUE y movimientos feministas.
No obstante, lo que admira a la población de este paro nacional es que los “amnistiados” que están nuevamente al frente del actual desorden, no reclaman por el ineficiente y bochornoso actuar de la Asamblea Nacional que siempre privilegia sus intereses de acuerdo a sus componendas, asimismo no reclaman por las instituciones que tienen que brindar seguridad, por el sistema judicial que no debe dejar en la impunidad a glosados, prófugos y sentenciados, por la corrupción, porque se recupere lo robado…al parecer el paro se ajusta a los intereses de unos pocos.