Eddy Arrobo Rodríguez
La Constitución ecuatoriana reconoce y garantiza el derecho de toda persona a asociarse, reunirse, opinar, expresar su pensamiento libremente en todas sus formas y manifestaciones; haciendo uso de este derecho, por un lado, varias organizaciones sociales protestaron en todo el país en contra del régimen, por otro, los simpatizantes del presidente Lasso se reunieron en la Plaza Grande para respaldarlo, estos argumentan que existe un afán desestabilizador, orquestado por el denominado triunvirato de la conspiración.
Lo cierto es que el presidente está en jaque y para tratar de apaciguar el malestar ciudadano, decretó el estado de excepción y la suspensión de la aplicación del sistema de bandas de precios de los combustibles. En este contexto, parece que el Sr. Lasso empezó a entender que el poder también se lo pierde por mala compañía, por el pésimo asesoramiento y sabe que quien lo mantiene en Carondelet, no es su escuálida estructura partidista, sino el anticorreísmo. De ahí, que es urgente la necesidad de renovación de sus asesores, los mismos que deberán tener como misión el cumplimiento de los ofrecimientos realizados en campaña electoral y de esta manera no seguir entregando las instituciones del Estado para que sean administradas por quienes tienen el ADN del Foro de Sao Paulo, que no se registre el incremento de impuestos, respetar y garantizar los derechos inalienables e irrenunciables de los trabajadores y crear programas para el fomento del empleo y la seguridad.
Pero no todo son desaciertos, el gobierno tiene como principal acierto la campaña de vacunación emprendida en todo el territorio nacional, así como también el no doblegarse ante los intereses de los corruptos, quienes a través del chantaje, quieren conseguir perdón, olvido, amnistías e impunidad.