Muchos quieren gobernar el mundo, pero pocos quieren cambiarlo

Es tiempo de ver atrás
Es tiempo de ver atrás

Pablo D. Punín Tandazo

“Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio. No quiero gobernar ni conquistar a nadie. Me gustaría ayudar a todos si fuera posible”. Así iniciaba uno de los discursos más emblemáticos que existen, pronunciado por Charles Chaplin en su obra “El Gran Dictador”.

Le invito a leer nuevamente la frase y, mientras lo hace, me gustaría que se pregunte si en algún momento ha escuchado algo similar por acá. Si lo ha escuchado, ahora pregúntese si eso se demostró con acciones o solamente quedó en palabras.

La realidad de nuestro mundo evidencia que muchos quieren gobernarlo, pero pocos quieren cambiarlo. Sobran ganas de conquistar, pero hay poco afán por ayudar. Quizás ahí encontremos una de las causas más profundas para la proliferación de los males que nos acechan.

Algunos creen estar listos para gobernar, usualmente sin preguntarse antes si realmente están dispuestos a servir. El poder es esa bestia que muchos pretenden ilusamente dominar y por la que terminan siendo dominados. Así, algo importante que debemos advertir a quienes aspiran gobernarnos es que, si quieren contribuir, deben empezar a servir con el y no servirse de el.

Nuestra situación ha llegado a parecer estática, pase lo que pase o venga quien venga. La corrupción, el abuso, la crisis y el sufrimiento se han vuelto naturales. “La codicia ha envenenado almas”, generando que el interés personal pese más que cualquier sueño colectivo.

Para cambiar el mundo no se necesita gobernar, podemos hacerlo desde cualquier lugar en el que nos encontremos, incluso si está fuera de las esferas de poder. Para gobernar, en cambio, debe existir una fuerte intención de transformar. Si alguien aspira servir en verdad, su proeza debe ser la transición total de un sistema injusto y cruel a uno que camine por la dirección contraria. Una cuestión muy cargada de voluntad.

“Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, donde el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad”.

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