La retórica y el Gorgias

La probidad del CNE en estas elecciones
La probidad del CNE en estas elecciones

Lindon Sanmartín Rodríguez      

Estas dos palabras, de seguro que los candidatos a las diferentes dignidades de elección popular, las desconocen, peormente saben a quiénes nos estamos refiriendo. En este punto y antes de seguir con esta opinión, pido las debidas disculpas a nuestros lectores, porque me abstengo de dar más ilustración para aquellos candidatitos que hablan de todo y desconocen de lo principal, por favor acepten mis disculpas sobre este tema.

Con estas disculpas, prosigo haciendo mención a los candidatos “empíricos” en política, quienes, en su desesperación por figurar ante la sociedad, no demuestran su “VIRTUD”, en este caso no como ciudadanos, sino como activistas políticos de luchar y enfrentar la problemática de su jurisdicción para beneficio de sus ciudadanos. De esta manera, el político es más virtuoso y no un demagogo o como se lo conoce vulgarmente un “cuentero” y de estos hay muchos que están de candidatos.

Hay candidatos que elogian al mal de una sociedad, regalan dádivas y se mofan de la necesidad de la gente, pero no se dan cuenta de que por culpa de ellos y sus movimientos la ciudad está vulnerada en su moral.

El mejor ejemplo para estos candidatos “empíricos” es la crisis sanitaria que vivimos y la seguimos soportando. No hemos escuchado a ninguno de ellos referirse a construir nuevos hospitales en la ciudad; lo que observamos es pura demagogia, estos candidatitos están convirtiendo a “la democracia en demagogia”.

La alianza estratégica de medios Diario La Hora, Radio Planeta 106.1 y SR. Radio impulsamos a los ciudadanos a ser mejores, para que ellos persuadan a los políticos y observen la realidad de su barrio y jurisdicción. El ejemplo de virtudes cívicas de un “político” debe estar revestido de una “MORAL” para poder llegar al cargo de elección popular y retribuir con la elaboración de ordenanzas que sean equitativas y no destruyan la economía y tranquilidad de sus habitantes.

Es hora que los candidatos respondan a sus electores, su historial económico y familiar y cuál es su principal objetivo para haber aceptado ser candidato, que por cierto la mayoría lo hacen como un mero juego, constituyéndose en una burla para la democracia.

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