En el reino del adanismo

Es tiempo de ver atrás
Es tiempo de ver atrás

Pablo D. Punín Tandazo.

 

“El cambio” ha empezado tantas veces que ya hemos perdido la cuenta. Lo decepcionante es lo corto que llega a durar, reduciéndose a semanas, meses, o en la mayoría de casos, un periodo de gestión.

Eso es lo normal en el reino del adanismo, en donde todo lo previo es inútil si se cumple una condición: que quien lo haya realizado no coincida con nuestra forma de pensar. Todo estaba mal, todo era incorrecto; lo bueno empieza ahora y termina conmigo. Es así, ¿no? Haciendo imposible sentar bases de procesos que podrían traer beneficios a largo plazo.

Llegar a un lugar y creer que todo lo anterior ha sido malo es un pensamiento personal que puede llegar a tener repercusiones colectivas. La terquedad y el narcisismo nos pueden hacer “precursores” de caminos ya transitados, cometiendo los mismos errores e ignorando lo positivo.

Progresar se hace imposible mientras sigamos rendidos ante la simpleza de generalizar a todo lo ejecutado anteriormente como malo. Llegar a destruir e imponer es más sencillo que reconocer los aciertos del contrario, pues eso nos coloca en el bando de los equivocados, aunque de todas formas el tiempo lo hará si no aprendemos a escuchar y observar.

Es necesario ver atrás, resistiendo a juzgar precipitada e infundadamente, para lograr alcanzar un equilibrio que permita construir sobre lo que funciona, corregir lo que no y mejorar. El reto, mis amigas y amigos, está en innovar teniendo el suficiente cuidado de mantener lo que sirve, pese a tener una distinta forma de pensar con quien nos precedió. A eso se le llama construir de verdad.

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