En nuestro país, desde el retorno a la democracia en el año 1979, se ha venido fomentando en el sector público “escuelas de especialización de las componendas”, las mismas que a lo largo de estas más de cuatro décadas, se presentan principalmente en el Poder Legislativo, el mismo que tiene un presupuesto que desangra el erario nacional, con el propósito de boicotear y conspirar contra los gobernantes de turno y para encubrir y amparar a funcionarios y políticos implicados en casos de corrupción.
Este accionar censurable, inmoral y miserable, que se ha vuelto normal en la clase política de derecha, izquierda y centro izquierda ecuatoriana, tiene como resultado la desconfianza y el rechazo total de la población, la cual ve como hacen prevalecer sus intereses individuales y de grupo, antes que los intereses colectivos, a los cuales juraron defender.
El accionar de la Asamblea Nacional ha sido bochornoso, pues han demostrado total incapacidad para el efectivo cumplimiento de sus funciones, pues no fueron capaces ni de aprobar, modificar o negar el Proyecto de “Ley Orgánica para el Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal”, para colmo el bloque de UNES se abstuvo de votar por el archivo del mencionado proyecto, dando paso para que el ejecutivo lo promulgue directamente como Decreto Ley. Este nefasto e inverosímil accionar demuestra a la ciudadanía, que vivimos en el país de las componendas, con pactos de acuerdo a la conveniencia de los dueños de los partidos y movimientos políticos.
Ante este desolador panorama, los ciudadanos tendremos que apretarnos los bolsillos para pagar los actos corruptos y el despilfarro de años, ya no esperamos nada de los legisladores, pues su actuar es más que irresponsable.