La elección de Martha

Carlos Arellano

En 2021 Martha Sepúlveda eligió voluntariamente el día y la hora para acceder a un procedimiento clínico que le quite la vida. No obstante, el Comité Científico Interdisciplinario para el Derecho a Morir con Dignidad del Instituto Colombiano del Dolor (Incodol) impidió a esta mujer, que padecía esclerosis lateral amiotrófica, morir con dignidad.

El año pasado la Corte Constitucional de Colombia amplió el derecho de la muerte asistida a personas que padecen gran sufrimiento provocado por una enfermedad grave e incurable. Entonces, sin negar su fe, Martha decidió morir.

Su historia recorrió el mundo a través de un reportaje retransmitido por una prestigiosa cadena de televisión del país ‘Cafetero’ que exteriorizó a una mujer que estaba feliz de morir. Durante una larga narrativa que conmovía las fibras más íntimas, Martha representó fortaleza para un sinnúmero de enfermos desesperanzados o desahuciados y una luz para morir con dignidad.

La mañana del 8 enero de 2022, tras una intensa batalla librada en los tribunales colombianos, Martha murió de manera asistida; convirtiéndose en la primera mujer colombiana que, sin padecer una enfermedad terminal, accedía a este procedimiento. Horas antes de esta muerte, Víctor Escobar, sin estar desahuciado, fue el primer colombiano en acceder a la eutanasia.

«Martha partió agradecida con todas las personas que la acompañaron y la apoyaron, a quienes oraron por ella y tuvieron palabras de amor y empatía durante estos meses difíciles”, reza un comunicado.

Sin importar que la iglesia sea contraria a la consagración de derechos civiles que otorgan dignidad y que permiten desarrollar los proyectos de vida, es urgente exigir que la muerte asistida sea un derecho para todos. Abrir el debate es el primer paso para reformar nuestra legislación con el propósito de incluir mecanismos que permitan a cualquier ciudadano decidir cómo vivir, elegir con quién casarse, garantizar los derechos sexuales y reproductivos. Incluso elegir, sin que exista una enfermedad, el día y la hora para morir.

La muerte asistida (eutanasia) jamás será la regla, únicamente otorga la posibilidad de decidir, es decir, de elegir voluntariamente entre la vida o la muerte.