Inmediación en la justicia

Mesías Mestanza Solano

Por: Mesías Mestanza  Solano

La justicia ecuatoriana ha venido de tumbo en tumbo buscando la forma de llegar de manera eficaz, ágil, oportuna y creíble a los justiciables. La complejidad de conflictos de los seres humanos ha hecho que el legislador consagre en nuestra Constitución disposiciones referentes a la justicia gratuita y la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, con sujeción a los principios de inmediación y celeridad, a efecto de que ningún caso quede en la indefensión.

La inmediación es la interacción del juzgador con las partes procesales, testigos, peritos y abogados en la sala de  audiencia, con relación a las pruebas que presenten los litigantes; pues el juez tiene la oportunidad de escuchar y ver las pruebas personalmente, donde se hace eco de la realidad histórica con fundamento en la utilidad, pertinencia y conducencia probatoria, cuyas garantías no permiten engaño dado que él está presenciando todo en ese momento. Debemos reconocer que este sistema oral en el que nos encontramos, no es el mismo de épocas pasadas, donde el amanuense o secretario receptaba los testimonios, se recibían pruebas y al final de un largo proceso el juzgador dictaba sentencia sin conocer de cerca los elementos probatorios.

Ahora bien, este sistema oral, cuya inmediación es fundamental, exige que los abogados estemos debidamente preparados en litigación oral; que los testigos conozcan los hechos y sepan cómo declarar, porque por falta de adiestramiento profesional, aun cuando tengamos la razón, se puede perder los juicios; de ahí que para iniciar una demanda o contestarla, ya debemos tener todas las pruebas documentales, periciales y testigos bien preparados para convencer al juzgador en la audiencia. ¿Serán buenas leyes no más las necesarias para que haya seguridad jurídica y una justicia verdadera, o se requerirá además, de jueces y fiscales honrados?, conteste usted amigo lector. Cierto es que necesitamos una ágil respuesta a nuestras demandas, pero sobre todo, que esta sea fruto de la verdad histórica.

[email protected]