Hospitales públicos ineficientes

Christian Pérez Escobar

Es noticia diaria que en los hospitales de la red de salud pública no hay disponibilidad de la medicación necesaria para cubrir el esquema de tratamiento de varias enfermedades catastróficas o de alta complejidad; y ni qué decir de aquella básica y útil para atender las enfermedades comunes.

Esto ha generado una carga pesada para los pacientes y sus familias, quienes tienen que generar, a cuenta propia, iniciativas sacrificadas -créditos, rifas, gestión con las empresas distribuidoras de los medicamentos, entre otras,- para poder adquirir, de manera privada, los esquemas de tratamiento que necesitan para preservar su salud y vida. Pero, esta suerte no corren todas las personas, por lo que han fallecido niños, niñas y personas adultas mientras esperaban pacientemente que el Estado garantice su derecho a la salud. Lamentablemente la situación de pobreza es sinónimo de muerte en nuestro país, y la salud es un privilegio de aquellos que pueden pagarla.

En este sentido, la Constitución de la República, en su artículo 362 determina que “los servicios públicos de salud serán universales y gratuitos en todos los niveles de atención y comprenderán los procedimientos de diagnóstico, tratamiento, medicamentos y rehabilitación necesarios”; y de manera particular, respecto a las personas que adolecen enfermedades catastróficas o de alta complejidad, el artículo 50, garantiza “el derecho a la atención especializada y gratuita en todos los niveles, de manera oportuna y preferente”

La obligación que tiene el Estado respecto al respeto al derecho a la salud, en la garantía de disponibilidad y acceso a medicamentos, es clara; por tanto, no existe justificación, ni aun argumentando la falta de recursos, para evadirla.

Paralelamente a este panorama preocupante, se ha tenido un aliciente, el precio del barril de petróleo superó los 90 dólares a causa de la caída del dólar. Sin duda es una gran noticia para el país, pero la gran interrogante que surge es el destino de ese presupuesto. ¿Se atenderán los derechos de los habitantes del país o se destinará a alimentar la reserva internacional?

Sí, es importante disponer de reservas internacionales que aseguren la liquidez, regulen los riesgos crediticios, financien los pagos externos y la demanda en efectivo; pero si los derechos básicos, como la salud de los habitantes, y más aún de aquellos que se encuentran dentro de los grupos de atención prioritaria, no está garantizado de manera responsable, el Estado está fracasando en su más alto deber que es respetar y hacer respetar los derechos consagrados en la Constitución.