La encuestadora Perfiles de Opinión ha compartido con la opinión pública los resultados de uno de sus últimos estudios que investigó el criterio de los ecuatorianos sobre la actualidad nacional.
Las cifras evidencian un estado de ánimo negativo en la población, un pesimismo generalizado y desesperanza ante el difícil momento que por el que atraviesa la nación. Datos tan contundentes podrían ser interpretados como la consecuencia de lo que el ciudadano vive en la cotidianidad.
Detrás de las cifras hay mensajes que la ciudadanía envía a las autoridades y líderes del país:
El 85% de la población considera que el país va por un camino equivocado. De forma ineludible se entiende que las decisiones adoptadas en la conducción del país no tienen como consecuencia el mejoramiento de la calidad de vida de la población. Si vamos por un camino equivocado, hay que dar un giro radical de timón para reorientar la visión, revisar los fundamentos ideológicos y su aplicación técnica.
El 87% afirma que su expectativa política del país es que seguirá igual o empeorará. ¡Clarísimo mensaje para la clase política! Los políticos están haciendo exactamente lo contrario de lo que la gente espera de ellos. En este momento les resulta inevitable buscar recomponer la confianza de la población.
El 88% considera que la situación económica del país seguirá igual o empeorará. Parecería que los ecuatorianos ya perdimos la esperanza de que las cosas mejoren. Detrás de ese dato hay un grito colectivo que exige a las autoridades redireccionar el rumbo de las políticas económicas, productivas y sociales.
De todas, quizás esta cifra es la mas dura: para el 83% de la población los principales problemas del país son la delincuencia, crisis económica, desempleo y corrupción. No son males menores y nos involucran a todos. Detrás de la cifra hay un mensaje que nos conmina a repensarnos como sociedad, sentarnos de manera urgente a construir soluciones colectivas y asumir decisiones rápidas que detengan el avance de estos cánceres de nuestra sociedad.