Hacia el acuerdo nacional

Jaime López

Oficialmente se han comunicado los resultados de las votaciones producidas en el país las que nos permiten realizar un mapa regional, desechando el indecente regionalismo, y comentar algunos que se dieron en ciertas provincias y comarcas, con el objeto de diseñar el camino recto que nos lleve hacia el acuerdo nacional.

En Tungurahua el voto de los electores en los cantones, parroquias y comarcas indígenas, ha sido un estandarte que debe elevarse como símbolo de lo que refleja  su  ejercicio político. Oposición abierta y contundente al correísmo y denominaciones de agrupaciones que cobijan la inmunidad, la corrupción y el objetivo de arremeter contra la Fiscalía General, de apropiarse del mamotreto Cpccs, de la dirección de la Asamblea, de la Contraloría y de las instituciones donde impera  la corrupción.

No se justifica ser espectadores de un triunfo electoral que aplaude, eliminando las angustias pre-electorales,  la respuesta que las provincias ecuatorianas han dado  y se queda a la vera del camino esperando a ver que pasa. No se justifica un silencio que puede ser cómplice, ante la desfachatez  de un Iza revivido que declara estupideces como las de pretender ordenar a un Presidente,  que  aún no se ha posesionado, que cumpla con lo que  piensa. Las discrepancias internas de la Conaie y sus integrantes le importan un pito, mientras existan la prensa radial e impresa que recepte  estas declaraciones y le brinde la propaganda que necesita.

El acuerdo nacional debe ser elaborado por el ecuatoriano que siente su país dentro de su estructura vital en la que está  sus  ancestros y las generaciones que formó, más las que sigue formando, antes de que le sorprenda la muerte, por el ecuatoriano que proclama que lo es y no por aquel que es cómplice de un Iza que nunca menciona su nacionalidad, si no la que conviene a su falta de educación cívica.

El acuerdo nacional debe producirse luego de la Consulta Popular que el Presidente Noboa debe convocarla como un mecanismo imperativo para poder afrontar la brevedad de su mandato, los otros problemas urgentes de resolver que ya están escritos en la solidaridad ecuatoriana con caracteres imborrables, serán los que su equipo de colaboradores ya los habrán discutido como obligación,  antes de ser designados. Algunos de ellos habrán vestido camisetas de algún partido, algunos empezarán su actividad política administrativa convencidos de que Ecuador es y será ejemplo, que provienen de una sociedad debidamente regulada, por Leyes y normas, dentro  de un sistema supuestamente democrático que a muchos no los convence pero que será el instrumento para remodelarlo de urgencia,  sobre todo ese grillete que llamamos Constitución de Montecristi que desde que se la hizo fue revelando sus orígenes caudillistas y sus obstáculos para que el pueblo goce de sus derechos. Lo que acaba de pasar en Argentina y lo que puede venir luego en su balotaje es una nueva voz de alarma , sobre todo para aquellos  siguen diciendo que la política no les importa y que con su trabajo basta.  HACIA EL ACUERDO NACIONAL