En qué país estamos

Jaime López Freire

Nuestra realidad intelectual y espiritual está inmersa en una serie de interrogantes que diariamente le acosan y le impiden vivir esta vida y en este país que, día tras día, parece modificar su geografía y estructuras administrativas sometidas a casos y cosas que lo vuelven desconcertante e increíble y muy doloroso. Cómo apaciguar la pena al recibir noticias de un Colegio Secundario de Ambato en donde dos estudiantes del décimo nivel sufren un desmayo que no se explican profesores, ni sus compañeras, que lo que indican es que los papeles que usaban en su trabajo tenían un olor especial que les causó esta inconsciencia, en el Hospital donde fueron llevadas para su atención, no les  diagnosticaron y fueron atendidas con inyecciones   y exámenes, para después de realizados decirles a sus familiares que acudan a la Fiscalía a denunciar el hecho, en donde les dijeron que confíen en Dios y en ellos que van a descubrir a los autores. Ni más ni menos. Siguen implacables otros interrogantes que pretendemos nos descubran el Ecuador de una Vicepresidenta exiliada al frente de guerra, que usando razonamientos lógicos nos conducen a suponer que lo primero que debe hacer la Sra. Abad es evitar su muerte luego, de acuerdo a lo Dispuesto por el Presidente Noboa, tiene que aprender con sus asesores como hacer su misión, que de diplomática no tiene nada, y conseguir que Israel encuentre la manera para  disminuir el aumento de víctimas. Sin tener la alfombra roja hay que ingresar al recinto de una Asamblea e ir  aceptando que los primeros pasos nos llevan al convencimiento de que ésta no es mejor que la  anterior que se convirtió en difunta por una muerte  cruzada. La elección de sus nuevos asambleístas su ha cubierto de alianzas, componendas, de designación de los cómplices para  ocupar dignidades que procuran, desde el principio, proteger sus intereses y elevar al altar la impunidad y el deseo de que los prófugos regresen , para acometer contra la Fiscal General olvidando que durante años ha sido una muestra implacable de lo que una Dama llena de Mayúsculas,  le ha dicho  a los ecuatorianos como hay que seguir los caminos del Derecho y la Justicia, combatiendo a los antros llenos de Jueces, como aquellos que mantienen que entre cinco la mayoría para resolver son dos, así el uno esté mareado, y que siguen sus marañas para designar Cortes llenos de individuos realmente indeseables. Entonces hay que elevar nuestra indignación y protesta e integrar la marcha para  que la Dra. Diana Salazar sabe que detrás suyo están millones de ecuatorianos que defenderán, con su vida si es preciso, su labor símbolo de integridad. Finalmente para mitigar los interrogantes y perseverar en nuestros propósitos, hay que exigir que el Presidente convoque a una Consulta Popular en la que resolvamos eliminar ese antro maloliente del Consejo de Participación Popular y retomar nuestro derecho de designar por otros medios los Funcionarios que sepan cómo administrar un País sin llenarse o ratificar a los corruptos y terminar con ese otro antro que regula las elecciones, para olvidar rápido a la Sra. Diana Atamaint que tantas equivocaciones ha cometido.