Empatía política

Christian Pérez

Una de las principales reglas de la política es la empatía que deben tener los políticos con la realidad y necesidades de sus gobernados, y esto no solamente se aplica para aumentar su capital político y popularidad, sino también para generar política pública que sintonice con las necesidades reales y resuelva problemas.

La historia nos ha dado claras lecciones de las consecuencias de la falta de empatía de los gobernantes hacia sus gobernados, así: los reyes María Antonieta de Austria y Luis XVI de Francia, el emperador Nicolás II de Rusia, el expresidente Nicolae Ceaucescu de Rumanía, entre otros.

En estos días ha causado una desagradable impresión las declaraciones del presidente Noboa quien, ante el anunciado incremento del IVA y sus consecuencias, hizo una invitación a “trabajar igual de duro como estamos trabajando nosotros en el gobierno, la misma cantidad de horas y estoy seguro de que se van a comprar varios platos de comida, van a tener entrada, plato fuerte y postre”. Esta triste declaración, sin duda proviene de un evidente desconocimiento de la situación social y laboral que atraviesa la población de este país.

Según el INEC, el 54,8% de trabajadores laboran desde la informalidad y representan cerca de 4.4 millones de personas, es decir en espacios sin acceso a derechos laborales; asimismo, el desempleo se encuentra en el 3,9%. ​Entonces, no se trata de “trabajar duro” como lo están haciendo desde el gobierno, desde su espacio de privilegio, con un sueldo seguro y con todos los derechos laborales garantizados; ya que, para los otros, los informales, trabajar 8, 10 o 12 horas diarias son insuficientes para lograr satisfacer las necesidades diarias más básicas.

Los habitantes de este país nos encontramos sumidos en el miedo a causa de la inseguridad, así como también en la desesperación por no encontrar un medio de subsistencia que permita satisfacer las necesidades más básicas, por lo que al menos esperamos que las autoridades muestren un mínimo de respeto y empatía con la situación actual y se eviten comentarios con contenido satírico que ofenden a la lucha diaria por sobrevivir que lleva nuestra gente.