El silencio de Luisa

NICOLAS MERIZALDE
Nicolás Merizalde

Intrascendente, casi innecesario. Así definiría esa performance somnífera que por respeto a las costumbres se llamó debate. La conductora mantuvo un aplomo en la recta final que ayudó en algo, a escarbar los recovecos que los candidatos tanto evadieron. Al parecer, la estrategia fue no levantar la polvareda ya que el riesgo de perder a esta altura de la contienda es más alto que el de cumplir con su trabajo y convencer. Mediocridad esforzada y sostenida que solo nos previene de la mala inversión que resultaría para nosotros ceder al optimismo en cualquiera de los posibles resultados.

En realidad, quiero escribir sobre cómo un joven universitario, con una simple pregunta dirigida a la candidata cuya personalidad se vio sorpresivamente más constituida el pasado domingo, logró lo que Noboa y Del Salto no pudieron en dos horas. Le dijo si estaría dispuesta a realizar una auditoría a los TRES últimos gobiernos y sus vínculos con las mafias y el crimen organizado, puesto que existen datos suficientes para afirmar que la mentadísima Mafia Albanesa llegó al país en 2009, año en el que gobernaba el principal asesor de la interrogada. El silencio fue oprobioso, si puede buscar el video, hágalo, porque verá cómo un nudo en la garganta parece atarse sin remedio en doña Luisa que para salir del apuro ante un auditorio lleno de jóvenes informados y leídos a los que no podía desmentir con juegos de palabras no encuentra mejor respuesta que contarnos, novedad de novedades, que la Mafia Albanesa lleva tal nombre porque viene de Albania.

Siempre que se le ha preguntado de forma directa sobre su probable actitud ante los grupos del crimen se ha limitado a sonreír. Ahora, yo les quiero devolver la pregunta, queridos amigos, ¿Cómo creer que están contra el narco los mismos que les dieron la mano cuando defendieron el NO a la extradición?