El poder curativo del Rock

Andrés Ojeda Sotomayor

Andrés Ojeda Sotomayor
Escuchar música Hard Rock & Heavy Metal beneficia la salud ¿Quién pudo imaginarse que un género musical tan estigmatizado y vilipendiado, de guitarras eléctricas, bajos, baterías y voces fuertes, se convertiría en un aliado de la ciencia para el tratamiento de personas con enfermedades cerebrales críticas y un valioso método de estimulación en trastornos de conciencia? A más de promover los estados de ánimo, sueño, rendimiento físico, presión arterial, ritmo cardíaco y las emociones positivas; favorece la higiene mental, es relajante, reduce la ira, la ansiedad y es antidepresivo; descartando que escuchar Rock incite a la agresividad o al cometimiento de delitos. Además, permite adaptarse a la vida adulta, reforzar la autoconfianza, los lazos sólidos de amistad y tener buenos recuerdos de la juventud. La sorprendente preferencia del cerebro por el Rock fue revelada durante un estudio piloto de neuro-rehabilitación, analizando la respuesta de seis pacientes en UCI a diferentes estímulos musicales.
El procedimiento se realizó con autorización de los familiares, bajo los efectos de la sedoanalgesia, induciéndolos al estado de inconsciencia. Con ayuda de auriculares y un volumen moderado, se les hizo escuchar fragmentos de dos minutos de tres piezas musicales distintas: una composición clásica de Mozart; una pieza dodecafónica de siete notas musicales con bemoles y sostenidos, de Schönberg; y finalmente, una canción de la banda danesa de Heavy Metal, Volbeat. El monitoreo se efectuó a través de un electroencefalograma para obtener las respuestas eléctricas del cerebro por medio de discos conectados al cuero cabelludo. Los resultados arrojaron que, con música clásica y dodecafónica se obtiene una menor respuesta cerebral en los pacientes e incluso disminuye; mientras que, con música Rock hay mejoras notables en la actividad cerebral. Queda clínicamente comprobado que el Rock es 100% terapéutico.

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