Ecuador sin Navidad

Iván Paredes

Primeramente, extendemos nuestro apoyo y felicitación a la señora Fiscal de la Nación, doctora Diana Salazar, por la innegable labor desplegada dentro del denominado caso ‘Mestátasis’ y, por supuesto, a los verdaderos gendarmes que visten orgullosamente el uniforme de la Policía Nacional. Posteriormente, abordaremos tan delicado tema.

A vísperas de la Navidad, celebración que abarca alegría, solidaridad, confraternidad, hermandad, paz y amor, donde la persona se contagia con este cúmulo de emociones o, comúnmente, llamado “él espíritu navideño”, es decir, todos queremos alejarnos de las preocupaciones, del estrés cotidiano, de las noticias desagradables, y compartir con los seres queridos y semejantes momentos de afectividad, regocijo, compuestos de un pequeño presente acorde al presupuesto, sentarnos en armonía frente a la mesa para degustar la cena navideña y, los más creyentes acudir a la misa del gallo que se realiza a las doce de la noche del 24 de diciembre.

Para los ecuatorianos, esta celebración y creencia está limitada por los acontecimientos políticos y delincuenciales que estamos atravesando, quienes no tienen un mínimo de respeto y empatía con el resto de la sociedad, al exponer la vida de personas inocentes y al sufrimiento de sus seres queridos en esta fecha donde se debe sentir todo lo contrario. Caso palpable fue la balacera que suscitó en un prestigio centro comercial de una importante ciudad del Ecuador (por respeto nos abstenemos de nombrar), momentos en que niños y familias se encontraban haciendo las compras navideñas, convirtiéndose en un caos y el trauma que deja estos episodios.

Nos hemos quedado sin Navidad, porque salir a la calle, visitar a familiares, peor aún, realizar compras nos convierte en elementos propensos de llegar a ser víctimas de hechos ajenos por el alto grado de inseguridad que afronta el país. De todas maneras, que la paz, armonía y amor, se despliegue en el corazón de todos y se extienda por nuestro Ecuador, abrazados como hermanos dentro de este pequeño territorio que nos acoge sin condición alguna. ¡Feliz Navidad!