Día del Agua

Amar la naturaleza es respetar la vida en toda su dimensión, entonces, debemos celebrar y agradecer a cada uno de sus elementos que, a falta de uno de ellos, el existencialismo sería una gran dificultad difícil de imaginarse.

Hoy, 22 de marzo es el ‘Día Internacional del Agua’, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas que, en 1992 declaró que, a partir de aquel año debemos festejar con alegría y regocijo al elemento causante de la vida y su duración, porque, sin su presencia el Planeta, tal vez, no existiría o, por lo menos, no se le conocería con el nombre que hoy tiene. Es que, no entender o tratar de tapar su magnitud es vivir sin un razonamiento lógico y equilibrado de la vida y el ser, y peor aún, explotar y alterar sus flujos y estados, es no amar a sus hijos y las generaciones que tienen el derecho de experimentar lo maravilloso de la vida y refrescarse con un vaso de agua para sentir que somos parte de este todo maravilloso, lo que nos hace únicos e indispensables en la continuidad del mundo. Por eso, debemos respetar, alegrarnos y exigir, en especial, a los Estados e instituciones privadas que deben dedicar un tiempo al conocimiento y cuidado del elemento vital, al igual que sus causas, consecuencias y beneficios, ejemplo de ello, es nuestro río Ambato, donde sus aguas que están cristalinas llegan hasta Aguaján, pero al ingresar a la ciudad su color se convierte en café oscuro, que denota tristeza y desolación, y, ni que hablar de su olor y desperdicios que arrastra su paso hasta llegar a conectarse con el Patate. Recordemos que el agua es vida, salud y satisfacción, nuestro cuerpo está compuesto del 70% de líquido, por lo tanto, ¡cuidemos y valoremos el agua!