Vale su tiempo, esfuerzo y dinero

Orlando Amores Terán

Orlando Amores Terán 

Lo que se debe medir y valorar es lo que cada persona contribuye de su tiempo, de su dinero, de su esfuerzo, en favor del bien general. No cuenta el pago de impuestos, porque no es voluntario, es obtenido por coacción; peor la distribución estatal de la sustracción del ahorro ajeno, que hace el Estado a través de un burócrata, que además cobra sueldo por hacerlo.

En el camino a la racionalización del gasto, es preferible subsidiar la demanda de salud, de educación, de vivienda, que subsidiar la oferta, porque esto último genera mayor gasto: hospitales, escuelas, maquinaria, pago de médicos, profesores, ingenieros, arquitectos, administrativos; por tanto, mayor es la extorsión a los contribuyentes.

Al político no le debemos permitir que se ufane, que  argumente que ha construido escuelas, hospitales, viviendas, porque no ha destinado su dinero, su tiempo, su esfuerzo, para hacerlo; lo que ha realizado, lo ha hecho con el dinero que  sustrajo a los contribuyentes, es similar al que le mete la mano en el bolsillo de la persona que está al lado, y le entrega el billete que hurtó del bolsillo ajeno, al ciego que pide caridad, y además cobra un sueldo por ejercer esa designación, para robar y distribuir lo robado.

Desde todo punto de vista es inmoral la supuesta «gratuidad de los servicios públicos», porque contienen el virus de la sustracción del ahorro ajeno, de la destrucción de las acciones voluntarias de ayuda mutua, de beneficencia, y de la aniquilación del más efectivo programa de beneficencia social, que es la iniciativa privada, en base al ahorro, la inversión, porque genera empleo digno.

El negocio para el hampa política es mantener dependientes a los pobres. Mientras más pobres hayan, mayor es el beneficio del hampa política, porque asumen su control electoral, esto hay que entender y combatir por todos los medios.

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