Servidores servidos

Henry Basurto Jimbo

Henry Basurto Jimbo

La administración pública ecuatoriana se ha caracterizado por tener en sus filas a personas que, salvo grandes excepciones, se encuentran en cargos de relevancia y de atención a la ciudadanía, que poco o nada han contribuido al desarrollo nacional, de lo cual, como resultado, tenemos al país en la situación catastrófica actual. Encontrar servidores empáticos en estos tiempos cada vez se vuelve más difícil, pues la gran mayoría se encuentran quemados.

Sobre este punto, el síndrome burnout, se encuentra presente en casi todas las esferas del orden al servicio público, pues ellos al tratar con los asuntos de los usuarios, atenderlos, llevar la sobrecarga laboral; además, los problemas que pueda rodear a la persona en su índole privado, hacen que mentalmente se encuentren agotados y emocionalmente quemados. Lo cual, para efectos del servicio a la colectividad debería considerarse una enfermedad a ser tratada.

El encontrarse en el servicio público demanda el reto de hacer un buen trabajo. No se trata solamente de cumplir un horario laboral para que la paga llegue completa a fin de mes, sino que exista la conciencia propia de que durante el tiempo que se le ha dado al trabajo ha significado el fruto del amor al mismo, pues es más placentero el sentimiento del deber cumplido y una sonrisa del usuario, que un salario de un servidor frustrado.

Por costumbre en nuestra querida nación, entre más cerca se está de una festividad, es motivo para que en el horario laboral se empiece a planificar los tiempos de ocio. Además de que, si de Navidad se trata o fin de año, anticipadamente ya no hay que trabajar. 

Lamentablemente, a nuestros queridos servidores no se les ha inculcado el valor de servir a los demás por encima de sus necesidades, y que vale más dejar un legado para las futuras generaciones que lo que pueda aprovecharse económicamente de un cargo público.

[email protected]