A estas alturas, el siguiente año tendremos autoridades electas bajo un nuevo proceso democrático, unas serán reelectas y otras se vincularán al servicio público por medio del voto. Como se dice “esto será en un abrir y cerrar de ojos” así que desde ya nos involucramos al dinamismo social, económico, comunicacional y político que los procesos electorales traen.
No he dicho nada que no se sepa, pero quiero profundizar en la etapa previa, es decir en el aparecimiento, la manifestación, el esmero, la intensión e incluso el ansío de nuevos cuadros que aparecen para vincularse al espacio político. Es sobremanera agradable apreciarlos dentro de la gesta pues los tiempos cambiaron, las condiciones más aún y los perfiles deben ajustarse a ello, por lo que hace a la contienda más emocionante.
Complace ver juventud y sentido de pertenencia dentro de los cuadros nuevos (pues la mayoría son nacidos en Santo Domingo), pero no solo es eso, sino también preparación, en algunos casos vinculación social, en otros experiencia en administración pública y todo en un contexto de encontrar algo, soluciones. Soluciones a una problemática constante que Santo Domingo tiene llamada insatisfacción.
¿Qué insatisface al santodomingueño en sí? Es la tarea que nuestros nuevos rostros debe realizar para lograr captar la atención del votante por medio de la propuesta interesante. La información y su poder es indispensable para establecer su discurso y no solo basta con conocer a la gente y sus necesidades sino también a la institución a la que se aspira y su realidad (no queremos sorpresas).
En fin, al o la aspirante: desde este espacio aplaudo de pie tu anhelo de servir, cuentas con mi contingente y sobretodo deseo que el buen viento y la buena mar acompañen tu rumbo si tus intenciones son buenas. Avancemos.