Henry Basurto Jimbo
Los grupos de poder pregonan sus demandas a fin de ser cumplidas por el gobierno que empezará a ejercer sus funciones en unos días. Principalmente, la más urgente de todas es la inseguridad. No hay duda de que nuestro hermoso Ecuador se ha convertido en un mar de sangre y lágrimas, ante un mal que se ha levantado tan fuertemente y que ha incursionado en todos los escenarios posibles. La corrupción por su parte sigue haciendo de las suyas, sin que se empleen las medidas necesarias para tratar de erradicarlo.
Para quienes ejercemos el libre ejercicio profesional del Derecho, muchas veces nos encontramos con la limitación de que cuando acudimos a la justicia, el servicio que nos brindan, no es acorde a lo que se espera, algunos de los que trabajan dentro de las dependencias judiciales, menosprecian a los usuarios por la actitud que manifiestan al momento de tratar con ellos, no como si en verdad la justicia sea un servicio en favor de la ciudadanía.
No hay que ser injustos, existen muy buenos servidores de la justicia, quienes aman su trabajo, dándose enteramente a él, otorgando las facilidades que las partes requieren para que efectivamente la justicia no sea sacrificada. Sin embargo, considero que es necesario volver a llamar a los concursos de méritos y oposición, no solamente para los jueces de la Corte Nacional, si no de todas las instancias, pues es necesario que se brinde oportunidades a nuevos profesionales que cuenten con el carácter apropiado para dar un servicio con integridad y excelencia.
Mi demanda es esta, que se garantice el acceso de la justicia, por ser nuestro derecho, que se cuente con el personal calificado para ocupar tan delicado cargo, que el personal en atención al cliente sea capacitado en humanismo y que para quienes demuestran con su actitud ya no querer desempeñarse en la función judicial, den un paso al costado.