Realidades latinoamericanas

Valeria Mesías Rodríguez 

Valeria Mesías Rodríguez

Pasada la euforia por el mundial con Argentina campeón y transcurridas las fiestas de Navidad y fin de año, nuevamente volvemos a la realidad. Visitar un país tan rico, pero tan golpeado por la crisis económica como Argentina me llevó, inevitablemente, a pensar en un contexto paralelo como el de Ecuador. 

Que el dinero no alcance para nada, se ha vuelto parte de la realidad que enfrentan a diario los países con mayor inflación y devaluación de sus monedas, tal es el caso de Argentina (que cierra el 2022 con una inflación por encima del 100%) o de Venezuela (155% al cierre de 2022). Ya en Ecuador, por la inseguridad y las altas tasas de desempleo, tampoco se puede vivir. Nuestra única ventaja competitiva frente a otras economías regionales es el dólar.  

Desequilibrio fiscal, salarios muy bajos, decaimiento de la calidad de vida; Latinoamérica es como una escena de juego de bolos (bowling) en donde cada país va cayendo, uno detrás de otro, al ser golpeado por la pesada bola de la crisis. 

En aquel viaje a la Argentina un mesero cordobés me dijo: “Nosotros seguiremos remando con todas las fuerzas para que nuestros hijos vuelen lejos de aquí”. Es muy duro escuchar de boca de la misma gente el desencanto que viven y mirar de cerca las enormes brechas sociales que están causando un éxodo con fuertes repercusiones para las próximas generaciones. 

Paraísos terrenales mal administrados, saqueados por gobiernos corruptos y por gente indolente, esa es hoy América Latina. Por eso, los retos que nos esperan en 2023 son colosales. Primero, dejar de pensar que la política es mala, y que gobierne quien gobierne, igual nos toca trabajar para comer. El futuro no puede construirse desde el desencanto social ni desde el desinterés y la falta de conciencia política. Recuperar esa conciencia es parte de nuestra labor por la vida.  

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