Rasgos autoritarios

Rogelio Morales Cattani

Steven Levitsky & Daniel Ziblatt, en la obra “Cómo mueren las Democracias”, describen las diferentes formas de cómo el ejercicio del poder, puede llevar a comportamientos autocráticos y dictatoriales o sumisos y cobardes.

En el libro, se hace referencia al politólogo alemán, Juan Linz quien había estudiado los riesgos de perder la Democracia y las cuatro señales o advertencias, que pueden ayudar a detectar en forma temprana, quien es una persona autoritaria y cómo, en democracia, es posible destruir las democracias.

Uno, cuando se rechaza, o acepta en forma débil, las reglas democráticas que están en juego, soterradamente se maneja la justicia, o cuando desde el poder se busca cambiar la Constitución con la que fueron elegidos. Cuando se restringen derechos civiles y se manipula la opinión pública mediante manifestaciones o propaganda financiada con dinero público, o de empresarios comprometidos con el gobierno.

Dos, cuando existe negación patológica y cuestionamiento a todo rival político a quienes fácilmente se les etiqueta como conspiradores o “vende patria”. La descalificación permanente a quienes no piensan como el líder autócrata, o el acusar a enemigos políticos de servir a potencias extranjeras, siempre buscan un enemigo externo para distraer la atención.

Tres, cuando hay tolerancia o fomento de la violencia, porque se tienen lazos con grupos delincuenciales irregulares, a quienes, además, muchas veces los patrocinan para cometer actos vandálicos contra sus adversarios, o cuando se niegan a condenar la violencia justificando actos más graves acaecidos en otros lugares. El típico “mal de muchos, consuelo de bobos”.

Cuatro, cuando existe predisposición a restringir las libertades civiles, especialmente de la oposición y ciertos medios de información, o cuando las medidas legales adoptadas desde el poder, buscan acciones punitivas contra adversarios. Para eso elogian las medidas represivas utilizadas por otros gobiernos que les sirven de ejemplos.

Cualquier parecido a lo que ha pasado y sucede en nuestra sufrida patria, son simples coincidencias, o amargas realidades.

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