Psique y Eros

Yveth Romero Padilla

Yveth Romero P. 

Psique, era mortal, tan bella como la diosa Afrodita. Celosa la diosa por los honores que los mortales le brindaban a la joven, olvidándose de ella, decide vengarse. Envía a su hijo Eros para que le ayude en su vendeta. Eros, oculto tras unos matorrales, al verla se enamora profundamente. Viven su amor con la consigna de que Psique jamás debe mirar el rostro del dios, pero, su naturaleza curiosidad, la lleva a planificar, junto con sus envidiosas hermanas, cómo revelarlo y matarlo. 

Una noche, Psique descubre la verdadera naturaleza de su amado esposo, al ver que este era el bellísimo dios Eros, su mano nerviosa derrama un poco de aceite de la lámpara sobre la espalda del dios,  que despierta adolorido, y, lleno de tristeza, decide abandonarla.

 Psique llora de dolor al perder su amor y decide ir en búsqueda de Afrodita y pedirle su ayuda para regresar junto a su amado. La diosa somete a Psique a varias pruebas -las pruebas para conquistar la inmortalidad-, ante la determinación de la joven de realizarlas, toda la naturaleza se conmueve y se convierte en su aliada ayudándola a superar los trabajos. 

Tres pruebas son superadas pero, la cuarta, que implicaba ir al submundo en búsqueda de la belleza de Perséfone encerrada en un cofre, guiada por su curiosidad, lo abre y la joven cae en un sueño profundo, similar al de la muerte. Entonces Eros, va en su salvación. Logrando así la unión nuevamente entre los dos. Psique, tiene, entonces dos naturalezas, la terrestre y la divina. 

El mito de Eros y Psique es solo una muestra de la profundidad encerrada en los mitos griegos. Son narraciones simbólicas, plenas de significados que como una guía, podemos acceder los seres humanos para aprender a ver la vida con otros ojos y a nosotros mismos con otra luz, con la luz de la verdad.  

Nueva Acrópolis Santo Domingo