Premoniciones en tango

Rogelio Morales Cattani

Enrique Cantos Discépolo, decía: “el tango es un pensamiento triste que se baila”, nos dejó: “Cambalache”, “Yira” y “Uno” que son mis favoritos.

“Cambalache”, como premonición de nuestra época: “el mundo fue y será una porquería ya lo sé … en el quinientos seis y en el dos mil también”, realidad que se cumple en gran parte de Latinoamérica donde una clase política corrupta ha arruinado a la gente más pobre.
… “que siempre ha habido choros, maquiavelos y estafados”, es otra verdad.

…. “hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor … ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador”, rechaza a los ladrones, traicioneros de la voluntad popular, mercaderes del dolor, glotones del poder y artistas del engaño.

… “todo es igual, nada es mejor”, en este círculo de desgracia, donde se cambia de choros y no de rumbo.

Elocuente aquello de: “lo mismo un burro que un gran profesor” y vemos desfilar funcionarios que no rebuznan porque no les da el tono, impávidos en el carnaval del despilfarro y la descomposición social que son de su entera responsabilidad.

En “Cambalache”, mezclo mucha gente: “cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón, mezclado con Stavisky va Don Bosco y la Mignon, Carrera y San Martín” puso en un mismo bolso a estafadores, prostitutas, deportistas y al célebre libertador.

En Yira, afirma: “verás que todo es mentira, verás que nada es amor, que al mundo nada le importa … yira, yira!!!,

… aunque te quiebre la vida, aunque te muerda un dolor, no esperes nunca una ayuda, ni una mano, ni un favor”. Peor si es de un político.

En el tango “Uno”, nos deja un resquicio de optimismo: “Uno busca lleno de esperanzas los caminos de los sueños prometieron a sus ansias. Sabe que la lucha es cruel y es mucha, pero lucha y se desangra por la fe que se empecina”.

No perdamos la fe, hasta tanto, “esta noche me emborracho bien, me mamo bien mamado, pa … no pensar”

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