Política de impunidad

Geomara Rodríguez De la O

Geomara Rodríguez de la O

Recuerdan al “Come cheques” Carrión, Caso “Gran Hermano”, la “Narcovalija”, el título falso del primo, caso “Duzac” de otorgamiento de créditos, los “Panama Papers” y “Odebecht”, eso por nombrar solo algunos de los escandalosos casos de corrupción que se cometieron en el gobierno de Correa y dejando por fuera las escuelas del milenio, los sobreprecios de las mega obras entre otros.

Les refresco la memoria incluso por sus frases de asombro, de victimización y su defensa, “él nunca supo, su familia y sus amigos siempre fueron inocentes” y para que nos quede claro hubo demandas, persecución y hasta desapariciones. En otras palabras, siempre “fueron perseguidos” y ahora casi todos los vinculados están libres, fugados, prófugos, en la Asamblea u otros cargos públicos.

Moreno por otro lado, salió salpicado con “los Ina Papers”, denuncias por actos de lesa humanidad cometidos durante las revueltas de octubre del 2019, reparto de los hospitales, entrega de armamento a Bolivia y desapariciones de piezas del museo de Carondelet. Aparentemente este gobierno tuvo las uñas menos afiladas.

Y ahora, Lasso con el caso “encuentro”, venta de altos cargos en el Ministerio de Agricultura, Caso “Danubio”, tráfico de influencias y otros que siguen en investigación.

Este breve resumen evidencia que la corrupción es el pan de cada día de todos los gobiernos, algunos roban más y otros menos, algunos reparten bien y por eso se juran “lealtad”, pero nadie quiere perder la teta que les permite cambiar su estilo de vida y por eso se despedazan y despedazan al país, hacen todo lo necesario para volver, para quedarse, para ser juzgados, pero seguir en el juego, para estar libres pedir que les devuelvan sus cositas pero no pagar las reparaciones al Estado.

Recuerdan que les dije que aún no llegamos al clímax de la historia, solo les refresco la memoria para que se hagan una idea de lo que se viene, para que nos preparemos porque después de esto espero haberles dejado claro que nunca está en juego el progreso de los ecuatorianos, sino la supervivencia del poder y la impunidad.

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