Palabras que valen

Emily Torres Larriva

Emily Torres Larriva

Mi padre decía que el valor de un hombre se mide por lo que vale su palabra, y es que en vida fue cumpliendo cada compromiso adquirido, por más insignificante que pareciere, jamás perdió aquel valor, su legado más valioso su ejemplo, ser testimonio de sus actos valerosos me llena de júbilo.

Mi profesión, puramente legalista, me ha enseñado a respaldar todos los actos a través de un documento, justamente para garantizar el cumplimiento de los ofrecimientos o compromisos de las partes.

Si bien es cierto, necesitamos respaldar aquellos pactos, en el diario vivir no podemos pedir un sustento de cada acto realizado, es por ello que, necesitamos redimir la fidelidad de nuestras declaraciones, aquella buena fe que debe ser característica en cada rol desempeñado.

Es trascendente mantener la palabra dada, puesto que la confianza en los seres humanos se ha perdido, y esto nos ha llevado a pedir sustentos que nos garanticen a futuro se cumplan las alianzas.

Quebrantar la palabra nos convierte en una sociedad burocrática, informal y recelosa de su prójimo, este valor, debe replicarse en las escuelas, en los hogares y lugares de trabajo. Resulta incoherente quejarnos y lamentar de los discursos políticos, cuando nuestros actos no se reflejan en los hechos cotidianos, nuestros gobernantes son el reflejo de nuestra sociedad, empecemos a cambiar nuestras quejas por actos, nuestros errores por valores, nuestras peticiones por operaciones.

La tecnología nos ha transportado a la era de las “noticias falsas”, “información basura”, “discursos disfrazados”, todos los días convivimos y nos relacionamos con información mediocre y tergiversada, en donde se palpa el reflejo de lo que somos.

Seamos responsables de cada palabra que expresamos, de cada frase que invocamos, de cada compromiso adquirido, porque el prestigio personal no puede desgastarse, porque no se renueva, solamente se pierde. Porque el ejemplo deja huellas con los hechos.

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