Emily Torres Larriva
Decidir sobre el futuro del país, es un acto de responsabilidad y valentía, detrás de las ofertas de campaña hay mucha tela que cortar, y lamentablemente hay información que no es publicada, no es reportada, no es comunicada.
Los partidos políticos se han bautizado como la plataforma de muchos mal intencionados que desean aprovecharse una vez más del desconocimiento y desinformación, que sin duda envuelve a la mayoría de ecuatorianos, es momento de recordar el pasado, de revisar los antecedentes, y ser conscientes de la gran responsabilidad que tenemos al ejercer el voto.
Han callado muchas mentes que cuestionaron el sistema, porque el soborno y la coima se han convertido en una herramienta de trabajo, el que rechaza su ejecución será perseguido, amenazado y desplazado.
Porque anhelamos que los que se fueron por la inseguridad regresen, porque anhelamos regresar a nuestras casas sin miedo, porque anhelamos volver a compartir en espacios públicos sin el temor de la delincuencia, porque anhelamos que los jóvenes sean los protagonistas del cambio, porque los emprendedores aún creen en nuestra patria.
Estamos a pocos días de delegar el gobierno del Ecuador, el futuro de este país aún puede ser seguro, aún puede ser próspero, no dejemos que la nube de la falsedad cubra la veracidad. Se han mofado por años del analfabetismo, de la ignorancia, de la falta de educación, se han aprovechado de sus mandos en nuestras narices y hoy quieren seguirlo haciendo.
No pueden convencernos con bonos, con dádivas, con donativos y ofrendas, necesitamos salud, educación, igualdad para los campesinos, amor a la patria, manos limpias, porque una mala persona no puede ser un buen gobernante. Aquellos generosos políticos han mercantilizado los cargos de elección popular, como lo ha dicho Mujica: “El pecado no es recibir el regalo, sino votar por ese comerciante de la política”. Porque tus manos escribirán la historia de este país.