Gabriel Villalva C.
La música clásica ha demostrado ser una fuente inagotable de beneficios para el desarrollo de la psiquis humana. A lo largo de los siglos, esta forma de expresión artística toca los corazones y las mentes de las personas de todas las edades y culturas, y su influencia positiva en la salud mental y emocional no debe subestimarse.
Uno de los aspectos más destacados de la música clásica es su capacidad para calmar y relajar la mente. Las composiciones de maestros como Mozart, Beethoven y Bach han sido utilizadas en terapias de relajación y meditación debido a su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad. La música clásica tiene un ritmo y una armonía que actúan como bálsamo para el alma, permite que las preocupaciones cotidianas se desvanezcan, brinda un espacio mental de paz y tranquilidad; tiene la capacidad de elevar la conciencia humana por sobre la circunstancia cotidiana y llevarla hasta estados contemplativos.
En Nueva Acrópolis, una vez al mes tenemos la oportunidad de dedicarle un espacio a la música, en esta ocasión, será la música clásica la convocada y de manera particular, interpretaciones en piano.
Buscamos en la música clásica la inspiración necesaria para lograr la claridad y centro tan necesarios en nuestra vida cotidiana. Buscamos en la música clásica las historias y emociones más elevadas que se transmiten a través de las notas y que pueden despertar la imaginación y la creatividad; buscamos una vía de introspección, para avanzar un poco en ese camino del “Conócete a ti mismo” y lograr comprender nuestras emociones y sentimientos de una manera saludable.
En nuestras rápidas y violentas sociedades, necesitamos, hoy como antes, de la música clásica, para encontrar un refugio a nuestras almas y un medio de explorar y nutrir nuestra propia esencia.
Nueva Acrópolis Santo Domingo