Las dos caras de la moneda

Diana Luzuriaga

Los ecuatorianos vivimos momentos de mucha tensión por la situación política y social de nuestro país. Actualmente se debaten asuntos de interés general que es necesario lo tengamos claro. He titulado este artículo como Las dos caras de la moneda, porque resume el objetivo del análisis que les invito a realizar conmigo, bajo las consideraciones más elementales, por un lado, las manifestaciones contra las decisiones del gobierno tienen su razón de ser, y, por otro lado, la forma en la que se han conducido.

La inconformidad contra una administración no justifica desatar la violencia entre hermanos, entendiendo que somos un mismo pueblo, es ilógico que en crisis económica se paralicen las actividades ¿qué pasa con las familias que viven del trabajo diario? Hay que actuar con mayor empatía y sentido común, canalizando las justas demandas como corresponde, por la vía del derecho, libertad de expresión, y respeto, para no afectar a toda la ciudadanía y distorsionar los conceptos de marcha pacífica y lucha social.

Los policías y militares también son pueblo, como lo son los manifestantes, recordemos que este Ecuador los formamos todos, la responsabilidad está en los gobernantes y en los dirigentes que deben promover una cultura de paz. En este contexto de puntualizaciones de las dos caras de este escenario, es propicio mencionar que un gran progreso en los diálogos ha sido lograr la derogatoria del Decreto 95 y las modificaciones al 151 que está en proceso. Ya, que dichas resoluciones disponen la expansión de la explotación petrolera y minera, que supone riesgo a los derechos de la naturaleza y los territorios ancestrales. Esperamos que el camino avanzado fortalezca el diálogo como la senda idónea de los inteligentes.

[email protected]