La patria herida 

Luis Intriago Luna

Luis Intriago Luna

Cuando la patria está herida por los golpes asestados por extraños y a veces por sus propios hijos, duele no solo el corazón, sino también en los sentimientos de quienes sentimos el patriotismo por dentro y por fuera. Cuando a nuestra madre, el ser más sagrado que existe en la tierra, la vemos padecer por alguna lesión física o psicológica, siempre estamos presente y tratamos de auxiliarla, a efecto de calmar su dolor. 

Hoy la madre patria está herida de muerte, soslayada por la prepotencia extranjera, quienes agreden primero y luego buscan atropellar nuestro sagrado derecho de cuidar el buen nombre y la dignidad del Ecuador. Nosotros debemos evitar ser mancillados en nuestro honor, lo que no estamos dispuestos a perder; hoy el dolor y la impotencia de los buenos ecuatorianos está sufriendo, sin embargo, causa tristeza y vergüenza que hayan malos hijos de la sagrada madre patria que en vez de defenderla, la atacan y le desean tanto mal, sugiriendo sanciones. Es imperdonable que, estando caídos la madre y sus hijos, venga Caín y trate de hundirlos. 

La patria herida, hoy también por apagones eléctricos  no por culpa del pueblo, sino de quienes  han gobernado, y, como si fuera poco, el crimen organizado que amenaza con más destrucción y ruina contra  gente inocente, tal como acaba de ocurrir con aquel inocente chofer que al lado de su hija recibió varios disparos con tanta saña y perversión  le quitaron la vida; además las arcas fiscales están en acefalía por la mala administración de los recursos dilapidados por la corrupción de algunos gobiernos que están a la vista pública y  aún lo intentan negar  descaradamente. 

Es hora que el malvado deje su maldad, el politiquero sus voraces y malsanos apetitos, los delincuentes de abajo y de arriba dejen sus latrocinios, y en un acto de civismo y patriotismo, por ese amor y respeto que un día juraron a la madre patria, hoy se unan porque la patria los necesita a todos, ya que estamos en una guerra interna y no es momento para denostar al gobierno, sino para sumarnos a la lucha cívica y patriótica

Hasta que nos unamos, que Dios nos ampare. 

[email protected]