Jugada correísta

Luis Intriago Luna

Luis Intriago Luna

(Segunda parte)

El correísmo, en su afán de meter la mano a la justicia con dedicatoria y buscar la impunidad, especialmente para favorecer a su jefe y los 40 prófugos de la justicia, se olvidaron de que la revisión de fallos toca a los jueces de última instancia. Así lo garantiza la Constitución ecuatoriana en su artículo 429, para garantizar la aplicación de la justicia.

 Sería un atropello a la Constitución buscar otras vías externas para que revisen los fallos y sentencias en firme. Estarían causando una anomia jurídica al pretender este desacato constitucional, querer violentar las normas legales al pretender revisar sentencias con otros organismos internacionales para favorecer a unos pocos, que evidentemente vienen con dedicatoria. El pueblo se está dando cuenta lo que buscan con estas reformas a la ley.

Es importante observar que la ciudadanía se ha dado cuenta de la jugada que quieren hacer los asambleístas correístas y a quiénes quieren favorecer; por tanto, rechazan rotundamente tales protervas intenciones. Pero el colmo del descaro es tratar de exigir a la Fiscalía que se suspenda la reserva en los casos más sonados de los delitos para que lo conozcan los legisladores dentro del proceso de investigación. Este es el máximo desparpajo legal; si esto ocurriera, lo lamentaríamos, ya que se perdería el factor sorpresa en los casos de  allanamientos, etc. porque los mismos asambleístas se encargarían de poner sobre  aviso a sus ‘cuates’. 

El sigilo y la reserva han sido siempre parte del proceso investigativo. Sería caótico poner en manos de estos oportunistas la investigación, que es una reserva potestativa de la Fiscalía General del Estado. Sería como darle un micrófono en la televisión para entregar los resultados y poner sobre aviso al delincuente.

La ciudadanía debería estar preparada para defender y rechazar estas pretensiones que no benefician al ciudadano común, sino a determinados grupos. Hasta que el pueblo se interese en defender a su patria y eligiendo mejor a sus representantes, que Dios nos ampare.

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