A propósito de las inundaciones reportadas el día sábado, recopilo en resumen las causas mencionadas en redes sociales: “los ciudadanos arrojan basura a la calle”, -ante esto, lo siguiente mencionado es “tenemos problemas en el sistema de alcantarillado”, que sí de acuerdo, tiene mucho que ver, pero vale la pena recordar algunas realidades:
1.- La basura no es más que el cúmulo de residuos que no están siendo clasificados y menos aprovechados (la gestión de residuos debe ser considerada desde el punto de generación no solo disposición final) y esto es facultad de los municipios para sensibilizar y dar los mecanismos a la ciudadanía;
2- Es común casos de inundación en ciudades que se proyectan en expansión o son altamente pobladas en ciudades planificadas con un nivel elevado de pavimentación, y es que, la falta de vegetación, remanentes, áreas verdes se reduce la capacidad de absorción y filtración de agua lluvia que cae en las ciudades, el agua toma su curso en el pavimento en nuestro caso busca los ríos que se han encajonado en la historia de nuestro Santo Domingo. Ahora, a este escenario sumemos la proyección de cambio climático en la ciudad, el aumento de lluvia es evidente, no hay manera que la planificación se desligue de estas realidades.
¿Qué hacer? Recurrir a los estudios y recomendaciones de la Academia y experiencia en otras ciudades. Así, para la UNAM, una de las soluciones más económicas para el caso símil en México, es: identificar los puntos sensibles de inundación, captar, canalizar y aprovechar el agua lluvia, fundamental es respetar las áreas verdes, es más aumentarlas en esas zonas, arborizar con razón en extensión no espacios reducidos por árbol, la función del árbol no es solo decorativa es ecosistémica.