Iceberg 

Orlando Amores Terán

Orlando Amores Terán 

La punta de iceberg son los asesinatos, las masacres, el terrorismo; pero en el fondo están las  causas: el sometimiento de la población a una legislación prodelincuencial que antepone los derechos humanos de infractores, delincuentes, terroristas, al interés general de la sociedad; la sustracción del ahorro a través de excesivos impuestos (de 20 impuestos en 2006, se incrementaron a 68 en la década infame 2007-17); las tasas de interés agiotistas; los desmedidos requisitos, permisos, patentes, matrículas; la corrupción generalizada; la falta de estímulo a la inversión; la carencia de incentivos al emprendimiento; la inexistencia de desarrollo agropecuario, el atraco de bienes públicos, los gastos suntuarios en una burocracia obesa, inepta, antipatria, las remuneraciones exageradas. Todo lo cual provoca desequilibrio económico, desempleo, desocupación, pobreza, deterioro psicológico,

inseguridad social, mano de obra barata para el crimen organizado, dedicado al tráfico ilícito de personas, órganos humanos, divisas, equipos, documentos, armas, narcóticos y sicariato.

Los responsables son el hampa política, que nada hacen para desarmar el andamiaje constitucional que instauró el narco-Estado plurinacional oclocleptocrático, causante de todos los problemas.

Si nuestros hijos son nuestra continuidad, la pregunta es: ¿Qué hacemos para cambiar la estructura constitucional narco-comunista vigente? ¿Qué hacemos para devolverles el país austero, seguro, generoso que construyeron los abuelos de nuestros tatarabuelos?

Jamás debemos olvidar que durante la década infame 2007-17 se fomentaron los instintos más bajos: la mezquindad, el odio a quien piensa diferente al narcoterrorismo, a quien genera riqueza. Aún existen personas que adoptaron esas costumbres malignas, son culpables de creer en la «revolución», pese a la evidencia de su infamia.

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