Haciendo su suerte

Henry Basurto Jimbo

Henry Basurto

El camino del éxito es una lucha constante, una buena batalla en la que, en primer lugar, a la persona le toca detallar sus propias limitaciones. Muchos de estos aspectos pueden ser internos, como la timidez, la baja autoestima y aún por los complejos con los que ha venido creciendo; no obstante, de los aspectos externos que, en términos generales, son aquellos que las personas que le rodean, por envidia, le pintan un camino que simplemente no vale la pena transitar.

Es cierto que a unos nos ha tocado caminar un trayecto empinado y lleno de desafíos, en los cuales parece ser que el éxito está tan lejos de alcanzarlo. A otros, en cambio, el camino les trajo consigo ayudas y atajos que es imposible dejar de tomarlos, puesto que así su propia suerte fue una cuestión de oportunidad. En estos dos grupos no dejan de estar los envidiosos que, por un lado, truncan los sueños del luchador y, por el otro, tratan de bajar de la montaña al que llegó en helicóptero.

Llegar a la meta dependerá de cuál es el combustible que alimenta ese deseo de superarse. Muchas de las personas han decidido emprender ese camino con constantes sacrificios, largas horas de práctica e inversión en lo que ha considerado importante, pudiendo así tener buenos réditos de su empeño. Lo importante es lo que ha servido de motivación suficiente para poder seguir en lo que se disfruta a cada instante.

Amar una idea e ir tras ella es para valientes. No a todos se les dio la habilidad y el talento para mantenerse a través del tiempo siendo exitosos, puesto que, así como tardó en llegar a la meta, es difícil que de la noche a la mañana su éxito se desvanezca. Dicho de otro modo, no existe éxito sin sacrificio, no existe éxito sin verdadero empeño y no existe éxito sin fracaso previo. Todo lo demás es un espejismo de lo que no existe y un pseudo éxito que pronto se irá como arena entre los dedos.

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