Guerra interna 

Orlando Amores Terán

Orlando Amores Terán 

La estabilidad de un país depende del nivel de desarrollo de su fuerza armada, vinculada al desarrollo económico de la Nación. Por esta razón, la fuerza pública debe superar en moral, doctrina y tecnología a los enemigos internos del país. Hay que entender que en la guerra, no se queda en segundo lugar, como en competencia deportiva. Debemos prepararnos para vencer, aniquilar, exterminar, o nos derrotan y someten, porque no se trata de bandas del crimen organizado, sino de organizaciones criminales vinculadas al narcoterrorismo internacional, autodenominado socialismo del s.XXI; por tanto, tienen motivaciones ideológicas, políticas, cuentan con «partidos políticos» que ejercen influjo en las cinco funciones del narco-Estado que instauraron en 2008. 

Desde esa percepción es posible dimensionar contra quien peleamos; y porqué, durante la década infame 2007-17, no se manifestó, ni recrudeció la narcocriminalidad terrorista actual. En los sitios tomados por el narcoterrorismo, el escenario es hostil; en consecuencia, todas las personas deben ser consideradas una amenaza, hasta que se limpie el lugar. Es imprescindible eliminar la duda en ésta guerra, para tomar las mejores y más rápidas decisiones respecto de lo que necesitamos hacer, para superar los problemas de inseguridad, extorsión narcoestatal (impuestos, tasas, requisitos, certificaciones, permisos, matrículas), corrupción generalizada, impunidad. 

Debemos aprender de la naturaleza, a comportarnos y atacar. Hay que maniobrar aparatos robóticos artillados, que utilizados en enjambre, le dan a un pelotón, la disposición operativa de un batallón, decuplicando la capacidad de respuesta, o utilizar fuerzas combinadas con poder de fuego aéreo. Ya es hora de ponerse de pie y exigir al timorato poder político, que repela el permanente asedio en que vive Ecuador, antes de que desaparezca el país que construyeron los abuelos de nuestros tatarabuelos.

¡Primero mi Patria!

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