Feliz nacimiento de Jesús

Luis Intriago Luna

Luis Intriago Luna

Todos disfrutan la Navidad, pero casi nadie sabe qué es Navidad, ni su verdadero significado, peor aún cuál es el verdadero objetivo.

Empezaré diciendo que el gran acontecimiento planetario, obviamente fue el nacimiento del hijo de Dios, quien hizo su arribo a esta tierra por un plan divino bien concebido que debería empezar por su nacimiento, lógicamente engendrado por obra y gracia del Espíritu Santo. 

Es admirable y misterioso su nacimiento, y no fue cualquier acontecimiento, se trata del nacimiento del mismísimo hijo de Dios, este vino con una consigna muy específica: liberar a los humanos, porque vio Dios que el pueblo por la ley de Moisés no iba a salvarse debido a que ya el pecado habría superado toda expectativa de arrepentimiento ante el autor y consumador de la vida: la idolatría, la perversión humana había llegado a la presencia del altísimo, por tanto y como Dios nos ama en gran manera, propuso un plan perfecto de salvación, enviando a su hijo Emanuel que traducido es Dios con nosotros (Mateo 1:13), quien luego por nuestros pecados llegaría hasta el sumo sacrificio con la horrenda muerte en la cruz, sin haber ningún pecado en él. No obstante, el pueblo lo despreció y hoy no solo lo menosprecia, sino además se mofa y no hace caso de tal sacrificio en la cruz.

Dios nos ha propuesto un plan gratuito de salvación, solo debemos creer en el ya coronado hijo de Dios con omnímodos poderes que el padre celestial le ha conferido para que cada uno procedamos al arrepentimiento y seamos liberados de la condenación eterna para llegar un día más temprano que tarde a la mansión celestial; sin ninguna corrupción.

Equivocados aquellos que utilizan el nacimiento de Jesús para comprar lujos, ropas hermosas, cenas pomposas; mientras millones de niños no tienen ni techo, ni comida todo el año; aquello no es el mensaje de Jesús; sino misericordia, piedad, generosidad y hermandad por los que sufren.

Hasta que haya un cambio de actitud respecto al amor, la piedad y la misericordia por los que más sufren. Que Dios nos ampare.

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