Fácil es opinar

Gabriel Villalva Cassanello

Fácil es opinar cuando, sin conocer en profundidad un tema, la ignorancia se suma a la vanidad, y sintiéndonos capaces de decir lo que pensamos, esgrimimos nuestras calificaciones o descalificaciones a favor de unos u otros, repartimos juicios con una certeza impresionante y, en un éxtasis de egocentrismo, no faltan quienes se creen incluso en la capacidad de saber las secretas intenciones de unos u otros, de conocer hasta sus pensamientos… Fácil es opinar, cuando rodeados de aduladores, nos dejamos manipular escuchando alabanzas y aprobaciones, y pensamos que nuestras ideas son maravillosas y que nadie tiene críticas tan precisas y acertadas como las que se nos ocurren a nosotros.

La ociosa contemplación de los sucesos y la urgencia por llenar el silencio, precipitan la lengua a decir cualquier cosa. Nuestro mundo se enfrenta a graves crisis; los temas de ciencia, ecología, política y seguridad, son complejos, dignos de estudio y, sobre todo, de una profunda reflexión. No creamos que, sin una cultura general básica, sin conocer historia o geografía, vamos a poder tener alguna comprensión razonable de los sucesos que tanto nos ocupan.
Hay que decirlo: Facebook no educa, las noticias, si son verdaderas, solo nos hablan de los hechos coyunturales y el análisis de la noticia fue cambiado por la opinión del periodista. Vivimos sujetos a una agenda de novedades saltando de una distracción a otra sin profundizar en nada.

Para tener criterio hay primero que desarrollarlo, así como en el arte de la oratoria, no basta con hablar, hay que hablar correctamente, de igual manera no basta con pensar, hay que aprender a pensar correctamente. Solo el criterio es capaz de superar la opinión.

Nueva Acrópolis Santo Domingo