Dejemos las pasiones

Karla Estrella Mejía

Karla Estrella Mejía

Ni todo SÍ, ni todo NO. Esto no es un concurso de popularidad, ni una forma de vengarnos de algunos; ciertamente, nos jugamos mucho en esta consulta popular. Es cierto que hay preguntas que evidentemente serán aprobadas por el pueblo; pero, ¿qué hay con aquellas que contradicen totalmente las propuestas de campaña? ¿Será que nos enfrentamos a una etapa en donde nos hemos hecho sordos y ciegos a la realidad?

Tal es el desespero del pueblo, que ha aceptado a ojos vendados que le impongan el IVA más alto de la historia, a pesar de que en campaña se dijo que no se elevarían impuestos. ¿Será que, con ese mismo desespero, el pueblo aceptará un nuevo régimen laboral por horas? Cuando en campaña se dijo que esto era regresión de derechos. Alguien se ha puesto a pensar en qué sucederá con la seguridad social de los millones de ecuatorianos que pasen a trabajar por horas, cuán difícil será poder completar el número de aportaciones para acceder a las prestaciones que otorga el IESS, las jubilaciones, cesantías, seguro de desempleo, montepíos, auxilios de funerales y la misma atención médica, serán cada vez más distantes; ni se diga los derechos a décimos y liquidaciones. ¿Alguien se ha puesto a analizar por qué se pretende implementar el arbitraje internacional? Cuando lo verdaderamente fundamental debería ser trabajar en reconstruir la institucionalidad de la justicia ecuatoriana.

Es hora de dejar de lado las pasiones, las diferencias políticas y los intereses partidistas, la consulta debe ser atendida de forma responsable, los anexos preocupan y en ocasiones tienen un sabor a tecnicismo que desalienta la lectura del ciudadano, pero es necesario conocerlos, investigar, escuchar a expertos; hacer nuestra parte, pues si bien es cierto, la mayoría de las preguntas tratan temas de seguridad, pero no resolverán en nada los problemas estructurales que generan inseguridad y pobreza. Por así decirlo, si no somos responsables, nos encontramos en una nueva encrucijada en donde nosotros mismos seremos los propios victimarios.

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